Enséñales a tus hijos a dudar: la inteligencia artificial no siempre dice la verdad
- lotcomunicacion
- 21 jul
- 2 Min. de lectura
Vivimos una era donde la inteligencia artificial (IA) está en todos lados. Desde asistentes virtuales hasta apps escolares, pasando por generadores de texto, imágenes, música o incluso consejos emocionales. Y aunque su capacidad para facilitarnos la vida es impresionante, también plantea un reto urgente, sobre todo para quienes educamos: no todo lo que dice la IA es verdad.
¿Qué está pasando con nuestros hijos?
Cada vez es más común que niños y adolescentes acudan a herramientas como ChatGPT, Gemini o Copilot para resolver tareas, escribir ensayos o aclarar dudas. Y eso no está mal en sí mismo. El problema es cuando esa consulta se convierte en dependencia, y peor aún, en una confianza ciega.
Muchos jóvenes piensan: “Si lo dice la IA, debe ser cierto”. Pero la realidad es que estas herramientas no piensan, no sienten y, aunque suenen seguras, también pueden equivocarse. Hay casos documentados en los que la IA ha inventado datos, sugerido información falsa o incluso reproducido sesgos y estereotipos.
¿Cuál es el riesgo?
Cuando una generación deja de cuestionar y empieza a aceptar todo sin verificar, pierde su capacidad de análisis. Y el pensamiento crítico es lo que nos permite distinguir entre lo cierto y lo falso, entre lo útil y lo manipulado. Si no lo fomentamos desde casa, corremos el riesgo de tener adultos que repiten sin pensar, que votan sin cuestionar y que consumen sin criterio.
¿Qué podemos hacer como madres, padres o educadores?
Aquí algunas claves simples y prácticas:
1. Aprende con ellos
Si tu hijo usa una app de IA, siéntate un día a explorarla juntos. Pregúntale qué le gusta, qué respuestas ha recibido, qué dudas ha resuelto. Haz de la tecnología una conversación, no un muro.
2. Fomenta la duda con respeto
No se trata de rechazar la IA, sino de enseñar que ninguna herramienta tiene la última palabra. Invítalos a buscar otra fuente, comparar versiones, verificar datos.
3. Recuérdales que la IA no tiene contexto emocional
Una app puede darte una definición correcta, pero no entiende tus emociones, tus valores, tu historia. Las decisiones importantes, como elegir una carrera, resolver un conflicto o entender una emoción, no se deben dejar solo en manos de una máquina.
La IA es una herramienta, no un maestro absoluto
La inteligencia artificial puede ser una gran aliada en la educación, pero solo si va acompañada de orientación, criterio y diálogo. Enseñar a nuestros hijos a usarla con inteligencia —y no sustituir su pensamiento— es una de las mejores formas de educarlos para el futuro.
Porque sí, TODO COMUNICA. Y enseñar a pensar, también es comunicar con amor.
Por.- Oliver Olea

























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