Discursos largo que NO CONECTAN
- lotcomunicacion
- hace 1 día
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Hubo un tiempo en el que un discurso de una hora era sinónimo de liderazgo. Hoy, basta con dos minutos mal aprovechados para perder por completo a la audiencia. No es falta de interés, es cambio de contexto.
Vivimos en una era marcada por la velocidad, las pantallas y la sobrecarga de información. Esto ha transformado la manera en que escuchamos, entendemos y recordamos los mensajes. Y sí: los discursos largos ya no funcionan como antes.
La atención ya no es infinita
Estudios sobre comportamiento digital muestran que la atención promedio dura apenas unos segundos. En redes sociales, una persona decide si sigue escuchando o no en los primeros instantes.
Eso mismo ocurre con:
discursos políticos,
presentaciones empresariales,
conferencias,
clases,
mensajes institucionales.
Cuando alguien habla mucho y dice poco, la audiencia se desconecta mentalmente, aunque siga ahí físicamente.
El problema no es la duración, es la falta de claridad
No todos los discursos largos son malos. El verdadero problema aparece cuando:
no hay una idea central clara,
se repiten conceptos sin avanzar,
se usan palabras complicadas para ideas simples,
no se entiende qué se quiere decir.
Un mensaje confuso cansa. Un mensaje claro engancha, aunque sea breve.
Por qué los mensajes cortos conectan más
Las frases breves funcionan porque:
se entienden rápido,
se recuerdan fácilmente,
se pueden repetir,
generan emoción o identificación.
Por eso frases simples han tenido tanto impacto en política, publicidad y liderazgo. No explican todo, pero activan una idea poderosa.
Hoy, comunicar bien no es demostrar cuánto sabes, sino qué tan claro puedes ser.
Menos palabras, más intención
Un buen comunicador hoy se pregunta antes de hablar:
¿Qué quiero que recuerden?
¿Qué emoción quiero generar?
¿Qué acción espero después de escucharme?
Si no puedes responder eso, probablemente estás hablando de más.
La regla es simple:si tu mensaje no cabe en una idea clara, no está listo para ser dicho.
Qué deben aprender líderes, candidatos y empresas
Quien comunica hoy debe entender que:
hablar mucho no es liderar,
explicar de más no es convencer,
llenar tiempo no es comunicar.
Un mensaje efectivo:
va directo al punto,
usa palabras simples,
conecta con la realidad de quien escucha,
y respeta el tiempo de la audiencia.
En educación y comunicación pasa lo mismo
En clases, capacitaciones o presentaciones, ocurre algo similar.Cuando el mensaje es largo y desordenado, el aprendizaje se pierde.Cuando es claro, breve y bien estructurado, se queda.
No se trata de reducir contenido, sino de ordenarlo mejor.
Conclusión
Hoy ya nadie escucha discursos largos porque el mundo cambió. La atención es un recurso escaso y valioso. Quien no lo entiende, habla solo.
Comunicar bien es decir mucho… en poco.Porque TODO COMUNICA, pero solo comunica de verdad lo que se entiende y se recuerda.
Por.- Oliver Olea

























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