De-influencers: cuando lo real conecta más que la fama
- lotcomunicacion
- hace 15 minutos
- 3 Min. de lectura
Las redes sociales han sido, por años, el escenario perfecto para los influencers: personas que, gracias a su estilo de vida aspiracional y miles de seguidores, podían impulsar marcas, productos y tendencias con un solo post. Sin embargo, esa fórmula ya no conecta como antes.
Un estudio reciente señala que la confianza en los influencers tradicionales cayó del 58 % al 37 %, y la razón es clara: los usuarios perciben sus contenidos como demasiado comerciales, poco auténticos y cada vez más alejados de la realidad cotidiana.
Surge entonces el fenómeno del de-influencing: usuarios comunes, sin aspiraciones de fama, que comparten experiencias reales, consejos útiles y opiniones honestas, y que por eso están ganando la atención y la credibilidad que los influencers han perdido.
¿Por qué el “de-influencing” está creciendo?
Las causas de este cambio son múltiples y reflejan una evolución en la forma en que consumimos contenido digital:
1. Cansancio de la publicidad disfrazada
Durante años, los influencers tradicionales mezclaron su vida personal con la promoción de marcas, pero cada vez más usuarios perciben que el contenido es más venta que autenticidad. La publicidad encubierta ha generado escepticismo: la audiencia ya no sabe si la recomendación es genuina o pagada.
2. Búsqueda de contenido útil y real
Las personas buscan contenido que aporte algo a su vida diaria: consejos prácticos, experiencias honestas, soluciones reales. Por eso conectan más con la mamá que explica cómo organiza su hogar o con el maestro que enseña matemáticas en TikTok que con la figura pública que promociona productos de lujo.
3. Fatiga de la perfección artificial
Los filtros, la edición excesiva y la vida “perfecta” que muchos influencers mostraban ha generado desconexión. Hoy, lo espontáneo y natural genera más empatía que una producción impecable que parece inalcanzable.
4. Mayor conciencia sobre la manipulación digital
Los usuarios son cada vez más críticos con la forma en que las redes sociales moldean opiniones y consumos. Saben que hay algoritmos y campañas detrás, y por eso valoran la transparencia y la autenticidad.
5. El poder de la microcomunidad
Los de-influencers suelen crear nichos pequeños pero muy comprometidos: padres de familia, emprendedores locales, estudiantes… personas que comparten intereses reales y se sienten parte de una comunidad genuina.
Ejemplos que conectan
Una mamá que comparte cómo equilibra su tiempo entre trabajo y familia.
Un maestro que sube videos explicando de manera sencilla cómo resolver tareas difíciles.
Un emprendedor que cuenta los tropiezos y aprendizajes de su negocio, sin disfrazar la realidad.
Este tipo de contenido conecta porque transmite humanidad, vulnerabilidad y transparencia.

Lecciones para quienes usan redes sociales
El crecimiento del de-influencing deja un mensaje claro:
La perfección ya no conecta; la autenticidad sí.
No se trata de tener millones de seguidores, sino de crear comunidades reales.
La honestidad y la transparencia son hoy la moneda más valiosa en el mundo digital.
Si usas redes sociales para comunicarte, emprender o generar contenido, la clave está en hablar como hablas en la vida real, mostrar lo que sabes hacer y compartirlo con cercanía y humildad.
El de-influencing demuestra que las redes sociales están madurando. Ya no basta con la fama: la gente busca conexión humana, historias reales y voces que inspiren confianza. Lo auténtico, hoy, es lo que más impacto tiene.
💡 Recuerda: TODO COMUNICA. Y lo genuino, también se vuelve tendencia.
Por.- Oliver Olea
Comentarios